Alguno se preguntará ¿por qué lo hacen?, y aquí va la respuesta: todos quienes alguna vez vestimos el uniforme de Bombero Voluntario experimentamos una sensación indescriptible, incomprensible para algunos, donde nos brindamos en pos del bienestar del semejante sin pedir nada a cambio, eso sí, recibiendo de la comunidad el apoyo constante, que agradecemos día a día, que reconocemos a cada instante y que esperamos no tengamos que dejar de hacerlo para el bien de la Institución.